¡Vamos Checo! ¿Max te dejará ganar después?
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Desde hace semanas, Sergio Pérez no habla de otra cosa. En cuanto se mencionó el Gran Premio de México, apareció un brillo en sus ojos, una sonrisa en su rostro. Sí, allí -con sus fans en las gradas- Pérez quería ganar. Un sueño, incluso lo llamó.
¿Cómo habría dormido Pérez anoche? ¿Habría seguido soñando o ya se ha impuesto el realismo? El cuarto puesto en la parrilla es cualquier cosa menos una posición de salida desesperada. Pero su coche no funcionó como deseaba el sábado. Hubo problemas eléctricos. En la última vuelta, no lo condujo. Cuarto entonces. Detrás de Max Verstappen -como casi siempre- y también detrás de dos rápidos coches Mercedes. Será un gran desafío.
'Glotón'
Por supuesto, podría ser que Pérez haya subido algunos puestos después de la primera vuelta. Que el Red Bull Racing también acabe ocupando las dos primeras posiciones en México. El coche es lo suficientemente rápido para ello. Pero también está Max. Siempre Max. Ya ha indicado que no quiere repartir regalos. Max no es un Papá Noel. Quiere ganar. Siempre. Sobre todo ahora que está a la caza del récord de victorias en una temporada. Checo es un buen compañero de equipo, dice siempre. Pero entonces, ¿darle una victoria en un Gran Premio así como así? ¿Por qué habría de hacerlo?
Bueno, por ejemplo, porque Pérez paró por ti en Barcelona a petición de Red Bull. O por su heroica táctica defensiva en el último Gran Premio del año pasado, que acabó ayudando a Verstappen a ganar el título mundial. O por ayudar a Pérez a hacerse con el segundo puesto del campeonato. O porque también puede conseguir ese récord de más victorias en Brasil o Abu Dhabi.
Feliz
Razones suficientes. Pero imagina que eres Checo Pérez. Un tipo orgulloso. Amado en México. Un héroe incluso. Alguien con ambiciones. Un piloto que cree que puede vencer a Verstappen por sus méritos. Imagina que tú eres ese hombre. Estás conduciendo en segundo lugar, detrás de Verstappen. Y entonces, en los últimos compases de la carrera, Verstappen frena a fondo, para dejarte pasar. Para darte un Gran Premio que en realidad no merecías ganar. ¿Estás realmente contento entonces? ¿Te da eso satisfacción? ¿Era ese el sueño final?
¡Buena suerte hoy, Checo!